La película 'Psicosis' de Hitchcock y los crímenes de Ed Gein
Este gran clásico del cine dirigido por Hitchcock adaptó 'Psicosis' de Robert Bloch, una novela inspirada en los truculentos crímenes cometidos por Ed Gein
Prácticamente, casi todos los asesinos "famosos" han tenido su correspondiente libro o película. John Wayne Gacy, Ted Bundy, Albert DeSalvo, Manuel Blanco Romasanta o Andrei Chikatilo, entre otros nombres de una siniestra galería, han servido de inspiración a filmes de todo tipo, desde grandes clásicos u obras de culto hasta olvidables biopics realizados para la televisión o lanzados directamente al mercado del vídeo y del DVD.
Carátula de la edición en blu-ray de ‘Psicosis’
Ed Gein no supone ninguna excepción a esta norma. Sus macabras apetencias y su peculiar trastorno mental llamaron la atención del escritor estadounidense Robert Bloch, cuya novela Psicosis, publicada en 1959, cristalizó en obra maestra de la mano del director Alfred Hitchcock.
Psycho (Psicosis), la novela de Robert Bloch
Robert Bloch aprovechó el material relativo a los crímenes de este granjero de Plainfield (una pequeña localidad de Wisconsin), para la génesis de su novela. Bloch ubicó a su personaje Norman Bates en un escenario distinto, un olvidado motel de una carretera secundaria en lugar de una granja aislada, pero conservando los rasgos que le parecieron más importantes del verdadero asesino.
Así, su personalidad está marcada por el maltrato al que le sometió su madre, una mujer desequilibrada, muy religiosa y extremadamente estricta que describe a su hijo como un "impotente" mientras tilda a las mujeres de "perras" que tientan a los hombres.
Si bien Robert Bloch no trabajó con Hitchcock (este contó con el guionista Joseph Stefano y sus comentarios sobre la calidad de la novela distaron de ser elogiosos), el gran éxito del filme le hizo famoso y le introdujo en el mundillo del cine y la televisión. Entre otras, elaboró los guiones de The Night Walker y El caso de Lucy Harbin (Strait-Jacket), dos películas del denominado Grand Dame Guignol que fueron producidas y dirigidas por William Castle en 1964.
Al contrario que la novela, Psicosis (Psycho, 1960) arranca con los problemas amorosos y monetarios de su protagonista femenina, Marion Crane (Janet Leigh), que comete un desfalco en su oficina para casarse con su amante.
Psicosis no presenta a su perturbado protagonista hasta pasados más de veinte minutos. Hitchcock juega con el suspense y "se divierte destrozando una a una las expectativas del espectador y tampoco titubea a la hora de matar a su protagonista en el primer tercio de la cinta. Gran parte del argumento [...] se revelará como una simple maniobra de distracción" (Jürgen Müller Ed., Cine de los 50).
Pasados 50 años desde su estreno, todo el mundo sabe que la historia inicial del robo del dinero no es más que un McGuffin que culminará en la famosa escena de la ducha, del mismo modo que son sobradamente conocidos los diversos sustos que salpican la trama. Pero la pérdida del elemento sorpresa no ha deslucido en ningún caso el valor de esta gran obra, una de las más experimentales de su autor y con mayor fuerza visual.
Norman Bates es Anthony Perkins

Esto supone un importante cambio con respecto al original literario. En la novela, Bates es descrito como un tipo apocado, solitario, extraño y de aspecto poco atractivo (maduro, con gafas y sobrepeso).
"El mejor amigo de un chico es su madre"
Eso es lo que Norman afirma a Marion durante el breve refrigerio, con inofensiva excentricidad. Sin embargo, pronto se verá que el conflicto del chico con su madre va más allá de un mero choque generacional o de la senilidad de una madre enferma.
El filme incide explícitamente en la insana relación materno-filial, evidenciando los nocivos efectos de la educación represora y la misoginia que la madre inculca a su hijo, a la vez que la sombra del incesto flota en el ambiente, sumándose a otros elementos sexuales perversos (voyeurismo, travestismo y necrofilia).
La escena de la ducha, una violación
Psicosis pasa de mostrar a Bates acechando a su víctima a través del agujero del cuarto de baño a convertir al espectador mismo en un mirón. En el filme, el apuñalamiento de Janet Leigh desnuda en la ducha es una suerte de violación, perpetrada por un personaje incapaz de tener una relación sexual "normal". La película describe "una neurosis mortífera ligada a la frustración sexual [...]. Visualmente, la significación fálica del largo cuchillo resulta clara" (Gérard Lenne, Erotismo y cine).
Psicosis y el cine de asesinos en serie y psicópatas
El tratamiento del personaje de Norman Bates ha hecho que Psicosis sea considerada, junto con El fotógrafo del pánico (Peeping Tom, Michael Powell, 1960), un ilustre precedente de subgéneros como el slasher. Ambas películas "inauguraron una nueva era del terror cinematográfico al convertir a sus monstruos no solo en seres humanos, sino en personas psicológicamente reales. Los asesinos de estos filmes [...] se ven impulsados por bajas pasiones y compulsiones irresistibles a asesinar mujeres sexualmente transgresoras" (Jonathan Penner, Steven J. Schneider y Paul Duncan, Cine de terror).
Psicosis influyó poderosamente en el posterior gótico americano, con su visión distorsionada del entorno rural y su tratamiento perverso de la familia. Un horror en el que ahondarían explícitamente rompedoras obras de culto como La matanza de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, Tobe Hooper, 1974) o Deranged (Jeff Gillen y Alan Ormsby, 1974), inspiradas igualmente en la figura de Ed Gein
El director Alfred Hitchcock en 1975 -
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